Con música, hemos sido mejores personas

Por Fernando José Figueroa

Hace ya, más de seis años, que empecé a programar un día a la semana en la Bodega del Águila, garito entrañable en el corazón de La Latina, en Madrid. Sitio pequeño, pero donde se puede escuchar Swing, Blues, Jazz y derivados, pinchados por Jose , el gurú de la Bodega. También se hacen directos, donde te podrás encontrar una variedad de músicos, casi todos trotamundos de diversos pelajes.

 

La crisis del coronavirus, ha dejado claro, que por encima del balcón show y de vídeos que van entreteniendo al personal, la música en toda su extensión era más imprescindible de lo que se pensaba. En nuestro caso, no entramos a valorar pérdidas de grandes superproducciones o macro conciertos. Sin dejar de pensar en la cantidad de subalternos que lo están pasando mal.

 

En mi caso, como programador de un sitio pequeño, paso a dar voz y presencia a músicos, cuyos nombres no salen en revistas ni periódicos. Músicos que semana tras semana, van viniendo a mostrar su arte por un modesto caché. Gente con ilusión y amor a la música orgánica, sin trampa ni cartón. Sin efectos especiales. A pelo, si se puede decir así. Gente que ocupa su poco tiempo libre en algo apasionante, como es la música. Gente que estudia y se prepara para tocar en un rincón de cualquier garito o en un pequeño escenario.

 

Con un modesto equipo se tejen unas Jam Sesión donde cada uno da lo que lleva dentro. Por allí pasan gente de Blues de Carabanchel, Vallecas, Moratalaz, La Elipa o cualquier barrio donde se mame el género. Cantautores de nueva ola, con letras de hoy o Jazzeros, que hacen las delicias de la peña, un Domingo noche.

 

El Covid-19, ha parado de golpe una ruedecita pequeña, ilusionante, joven promesa y madura afición, que no sabemos cuando volverá ni como. Temo por los garitos pequeños, de Birras, abrazos, uniones de personajes de la farándula. «Titiriteros » que llenan las redes con sus vídeos, para no caer en el olvido.

 

Espero, que aunque, el, los gobiernos de turno, no vayan a soltar ni una gorda, para estos sitios modestos, ni para los que han tenido que cancelar sus eventos, por lo menos  en el futuro, no pongan palos en las ruedas.

 

En fin, como siempre volveremos. Volveremos a tocar, a beber, a charlar con los colegas, a esas Jam sessions, donde si fallas, echas un trago y vuelves a empezar. Hemos sobrevivido a las crisis económicas y el virus no nos va a parar.

 

Así que ahora, más que nunca, afilad vuestros instrumentos y preparaos para seguir haciendo lo que amamos.

 

Sin música no  hay alegría, con música, hemos sido mejores personas.

 

Fernando José Figueroa, blusero, titiritero y correbares musicales, donde para gente de mal vivir, pero de buen beber.

Fernando José Figueroa y Rafa Sideburns

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