Unos músicos fantásticos, Oscar Linares a la guitarra y dobro y Víctor Barceló a la armónica caldearon el ambiente con canciones salidas de las tripas de los esclavos, del trabajo en los campos de algodón, de los trenes que te llevaban al norte en busca de trabajo, en las prisiones, bellísima canción a capella, o haciendo referencia a la biblia como redención en “John The Revelator”, un góspel blues tradicional de Blind Willie Johnson de 1930 y reinterpretado por multitud de músicos, entre ellos Son House, o al amor no correspondido, como “Love in vain” de Robert Johnson.